viernes, 24 de abril de 2009

El retorno


La sangre cubría sus manos.
Sus lágrimas se habían mezclado con ésta y formaban una película grasienta sobre su rostro.
Caminaba exhausta, sin tener un sitio a donde ir.
Sus pies descalzos y sucios no la llevaban a ningún lado, quería morir, pero no se atrevía a quitarse ella misma la vida, le daba demasiado miedo.
¿Ocurriría algo si de verdad lo intentaba con todas sus fuerzas?
¿O estaba condenada a arrastrar su patética existencia hasta el fin del mundo?
No podía saberlo.


Siguió caminando, y ya no paró.
Toda la noche, todo el día y la noche siguiente anduvo por los caminos desolados.
Cuando se detuvo ya no supo donde estaba.
Solo sabía que debía entrar allí, y así lo hizo.
Una fuerza la estaba llamando.
Y teniendo en cuenta que poco le importaba lo que pudiese pasar, penetró en las puertas de aquella extraña ciudad amurallada, dispuesta a encarar cualquier destino.

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Tras varios meses sin dar señales de vida he vuelto.
Lo cierto es que el texto no es una maravilla, pero se me ha ocurrido mientras curraba.
Espero que os guste.
Un saludo muy grande: Selene